Pedro Albornoz
Fot‚àö‚â•grafo
Pedro_Albornoz_Fotografo.html

Mi forma de enfocar una boda



Me gusta llegar al sitio dónde la novia se va a vestir con mucho tiempo. Va a ser el único momento del día con cierta intimidad, pues el resto será cara al público. Es cuando tengo que ganarme la confianza de la novia y de su familia. Si lo consigo, todo será más fácil después.

Durante ese tiempo me gusta fotografiar el ambiente que rodea a la novia, habitualmente cargado de emociones intensas. Es también el momento de hacer unos retratos a la novia, sola y con su familia. Y digo bien retratos, pues las novias no suelen ser modelos ni mis imágenes fotos de moda. Suelo colocar a la novia allá donde sé que la luz me va a ayudar a sacarla guapísima, pero no le pediré que haga el indio. El truco está en la comunicación, conseguir que se sienta a gusto, relajada y a poder ser, que se divierta.


Durante la ceremonia, ejerzo de reportero en el sentido clásico. Fotografío siempre sin flash, para conservar la atmósfera solemne del acontecimiento y ser más discreto. Prefiero centrarme en las emociones más que en documentar la liturgia. Así durante el intercambio de anillos estoy más atento a las miradas de los novios que a sus manos.


El banquete y la fiesta son los momentos dónde tengo que desplegar todos mis conocimientos y recursos, pues no hay dos bodas iguales y cada una tiene sus particularidades y su tratamiento. En alguna lo màs indicado es el snapshot, la foto espontánea, en otras recurro a las grandes fotos de grupo (me encantan aquellas en que consigo reunir a todos los invitados junto a los novios en una sola foto), siempre con agilidad, rapidez y haciendo pasar a la gente un buen rato. Lo único que garantizo es que mientras dure la fiesta, ahí estaré yo tomando fotos.